Introducción
La Batalla de Caseros representa un hito en el proceso de organización nacional en el cual se inscribe también el hecho histórico de la firma del Acuerdo de San Nicolás. En palabras de V. Galimberti, luego del pronunciamiento de Urquiza en mayo de 1851 que resultaría en la batalla de febrero al año siguiente:
“La derrota del líder que había marcado la historia de la Confederación Argentina en las últimas dos décadas abría una nueva etapa y con ella la expectativa de la organización constitucional del país. Sin embargo, su mera caída no resolvía automáticamente ni la forma que debía asumir la organización política ni mucho menos el orden económico y fiscal, cuestiones que traerían durante la década iniciada, nuevos e intensos procesos de unión y desunión. Luego de reprimir los saqueos, Urquiza proclamó el olvido de todos los agravios en pos de lograr una nueva confraternidad que pacifique las relaciones entre los adversarios (que iba a durar poco, por cierto). Acto seguido nombró a Vicente López y Planes como gobernador provisorio de Buenos Aires. Luego, buscó recomponer el orden interprovincial para llenar el vacío dejado por Rosas y comenzar a establecer un unión más sólida y definitiva entre las provincias. Para ello, mediante la firma del Protocolo de Palermo (06-04-1852), suscrito por Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires (con la adhesión del resto de las provincias), logró que le delegaran las relaciones exteriores. Así, el triunfador de Caseros consolidaba su liderazgo a la vez que invitaba a las provincias a una comisión representativa con el objetivo de convocar un nuevo congreso general. De esta forma, entraba nuevamente en vigor la propuesta del Pacto Federal que Rosas había bloqueado una y otra vez. La reunión se efectuó en San Nicolás y su resultado fue la firma del acuerdo homónimo” (2021)
Por lo tanto, en relación a este hecho histórico se crea el Museo Nacional Casa del Acuerdo en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, al norte de la provincia de Buenos Aires y el límite con la provincia de Santa Fe.
El ejercicio de releer y revisitar nuestras colecciones nos llevó indefectiblemente a revisar la propia historia institucional analizando qué era considerado patrimonio y patrimonializable en cada etapa y, por lo tanto, qué bienes culturales podían aspirar a formar parte de su colección.
Primera etapa: creación del museo
Por iniciativa del diputado provincial Aquileo Gonzales Oliver, en 1909, se intenta rescatar el inmueble donde se llevó a cabo la reunión de los gobernadores en 1852 para abrir una biblioteca pública que llevaría el nombre del General Justo J. de Urquiza, la cual estaría dedicada a su figura y al periodo de organización nacional. Este proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados y la de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, pero finalmente no prosperó.
Varios años después y tras un largo proceso, mediante un decreto del poder ejecutivo nacional durante la presidencia del Gral. Agustin P. Justo, se formaliza la creación del museo el 14 de mayo de 1936. En este decreto se encomendaba su instalación y organización a una Comisión Nacional Honoraria. Esta comisión estuvo presidida por Tomás R. Cullen e integrada por Gustavo Martínez Zuviría, Luis María Campos Urquiza, Enrique Udaondo, Octavio S. Pico y Francisco Santillán, entre otros.
Esta comisión contó con un presupuesto inicial para adquirir los primeros bienes, documentos y material bibliográfico que formarían el incipiente acervo del nuevo museo. En menor medida, otros ingresaban mediante donaciones. Según se pone de manifiesto en documentación institucional y administrativa del museo, en esta etapa no se ponía en cuestión la autenticidad del bien o documento. Incluso, en reiteradas ocasiones el ingreso era justificado mediante una carta de donación como única documentación respaldatoria -a saber una nota en la cual se inscribía el número de inventario con la firma de la Comisión Honoraria o, en su defecto, del director del Museo.
En particular los bienes patrimoniales vinculados a la batalla de Caseros, fueron adquiridos también durante la etapa de formación del museo, ingresando a la institución entre los años 1937 y 1939. En el caso de los documentos, en sus respectivos legajos se consigna la misma fecha de ingreso y forma de adquisición que los bienes culturales. Es importante mencionar que todos ellos se encuentran en el fondo Justo José de Urquiza.
En esta primera etapa de creación del museo, y por consiguiente de conformación de la colección, el criterio principal acerca de qué patrimonio debía adquirirse y cómo debía ser expuesto, estuvo a cargo de Enrique Udaondo, por entonces director del Museo Histórico de Luján.
Esto se puede advertir también en el agregado de ciertos ornamentos a la casa histórica como los faroles de ambos zaguanes (principal y trasero) que a sugerencia de éste fueron copiados de los ya existentes en el Palacio San José. Lo mismo se aplica al caso del aljibe, ubicado en el patio principal del museo que fue emplazado allí también por sugerencia de Udaondo, para darle imagen y sentido colonial al espacio.
En uno de los documentos redactados por Udaondo con motivo de la inauguración del museo, éste refiere acerca de los fines de la institución:
“El Museo de la Casa del Acuerdo de la ciudad de San Nicolás es un instituto creado por el Gobierno Nacional con el objeto reunir, conservar y exhibir al público, en forma adecuada, reliquias, objetos históricos y documentos del pasado argentino, especialmente de la época de la organización nacional. La biblioteca, a su vez, se especializa en la conservación de libros de consulta que se refieran a ese mismo periodo de nuestra historia.” (1937)
Cabe destacar que esta definición de los fines de un museo nacional, si bien es muy similar a la primera definición de “museo” del ICOM, antecede a ésta ya que dicho organismo fue creado en 1946.
De esta manera opera un doble proceso de patrimonialización en la creación del Museo Nacional Casa del Acuerdo: el de erigir a la casa histórica como el edificio-símbolo representativo del período de la organización nacional, y el de impregnar dicho símbolo de contenido a través de la adquisición de bienes culturales en consonancia con la corriente más tradicional de la museología, para la cual un museo es su colección.
Según la memoria institucional correspondiente a los años 1936/1937, a dos meses de inaugurado el museo, Tomás Cullen, presidente de la Comisión Nacional Honoraria y su secretario Luis María Campos Urquiza se refieren a la adquisición de patrimonio que conforma el acervo del museo de la siguiente manera:
“...hemos tratado en lo posible de reunir en dicho sitio documentos originales, retratos, reliquias y todo cuanto fuere directamente pertinente a la personalidad del Gral. Justo Jose de Urquiza, a sus colaboradores, gobernadores de provincias, signatarios del Acuerdo, y de todos aquellos personajes que contribuyeron con sus esfuerzos en la obra de la organización nacional (…) suprema aspiración de todos los buenos argentinos” (1937)
Esta cita expresa las intenciones de quienes tomaban las decisiones sobre qué patrimonio debía conformar las colecciones en el Museo Nacional Casa del Acuerdo, cuál debía ser su relato y, dentro de éste, qué actores debían ser exaltados en este museo nacional. Por ejemplo, quiénes son esos personajes que contribuyen a los esfuerzos de una organización nacional, de qué manera se narra el hecho histórico, cómo son mencionados algunos personajes y cómo son ignorados otros. La cita precedente nos indica a priori que el criterio adoptado desde un primer momento fue destacar la figura de Urquiza e invisibilizar o minimizar la figura de Juan Manuel de Rosas.
Un ejemplo interesante de adquisición para la Sala Caseros lo simboliza el cuadro “Entrada triunfal del Gral. Urquiza a Buenos Aires después de la Batalla de Caseros, el 19 de febrero de 1852”, realizado por la artista Léonie Matthis. Este gouache constituye un caso de compra directa a su autora en septiembre de 1937, un mes antes de la inauguración del museo, y desde entonces ocupará un lugar predominante en la museografía de la sala ubicado en su pared principal.
Segunda etapa: consolidación del relato museológico
En 1941 la Comisión Nacional Honoraria concluye sus funciones y es nombrada para dirigir el museo la Comisión Casa del Acuerdo a cargo de Luis María Campos Urquiza, siendo su secretario Walter Sigfrido Cartey. Este último asumirá como director en 1948 y será quien reorganizará la exhibición permanente, dedicando una sala exclusiva a la batalla de Caseros, tal como se evidencia en la “Guía Ilustrada del Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos”. La gestión de Cartey, de fuertes rasgos conservadores y personalistas, durará hasta 1991, año en que asumirá como director honorario, retirándose definitivamente en 1994. Durante estos cincuenta años, el guión museológico y museográfico del museo se mantendrá inalterable.
Recién con el ingreso de la primera directora por concurso que tendrá la institución, Diana Peyrano de Mendonça, se realizaron las primeras modificaciones en la Sala Caseros, sin modificar el guión museológico pero rediseñando la sala en favor de una museografía más despojada. Por indicación de la entonces Secretaría de Cultura de la Nación, se retiró gran cantidad de patrimonio exhibido, pasando éste al área de reserva. Sin embargo, el relato del museo no fue modificado. El cambio que introdujo Peyrano fue mínimo pero muy significativo para el guión del museo: añadir en la Sala de Caseros una pequeña lámina de Juan Manuel de Rosas, primera imagen del prócer expuesta en la institución. Otro dato interesante es que se retira el escritorio de Sarmiento de la Sala Caseros y se lo incluye en la sala llamada Generación del 37.
Tercera etapa: releyendo la colección
En el año 2017, se da lugar a una necesidad que el museo tenía, la reparación de cubiertas y con ella el inicio de una obra de puesta en valor que actualmente sigue en curso. Por ello se procede a desarmar y trasladar todo el contenido de las salas a espacios de guarda, para realizar trabajos de conservación, los cuales también se dieron por primera vez en la historia institucional al contar con personal formado en áreas específicas como conservación y archivo, y a su vez iniciar trabajos de investigación sobre las colecciones. Este proceso nos permite enfrentar hoy este desafío de releer la colección en vista de una nueva exhibición principal con un nuevo enfoque más contemporáneo.
Las narrativas actuales en el Museo Nacional Casa del Acuerdo nos llevan a preguntarnos cómo podemos representar el hecho histórico de la batalla incluyendo la mayor cantidad de voces, es decir, de actores sociales. El nuevo guión museológico da cuenta de la complejidad del proceso de organización nacional, en el cual se inscriben como hechos determinantes tanto la Batalla de Caseros, como la firma del Acuerdo de San Nicolás y un año después la sanción de la Constitución de la Confederación Argentina, aprobada en Santa Fe; evitando el relato lineal temático por sala que habitualmente se encuentra en los museos históricos más tradicionales, que evitan interpelar la colecciones, los discursos hegemónicos y a través de ello también a los visitantes. Nos da la oportunidad de reflexionar internamente para generar debates, nuevas lecturas y capas de sentido. Dar espacio a la investigación, el pensamiento crítico y la construcción de convivencia ciudadana.
Bibliografía
Galimberti, Vicente Agustín (2021) “El Acuerdo de San Nicolás en perspectiva histórica”, mimeo.
Goldman, Noemí (1998) “Nueva historia argentina. Revolución, república, confederación (1806-1852). Tomo III” Buenos Aires. Ed. Sudamericana.
Udaondo, Enrique (1937) “Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos. Breve reseña”, San Nicolás de los Arroyos.
Walter Sigfrido Cartey (1958) “Guia Ilustrada del Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos”, San Nicolás de los Arroyos.
Libro de recortes de periódicos locales y nacionales (1936), colección Museo Nacional Casa del Acuerdo.
Artículo escrito para la exposición virtual "Narrativas y poéticas a 170 años de la Batalla de Caseros" organizada por el Museo Histórico Sarmiento, con colecciones de los Museos Nacionales.
Tiseira, María Julia - Responsable de Registro y Documentación de Bienes Culturales
Elizalde, Sofía - Responsable de Registro y Documentación de Archivo Documental