El proceso que derivó en la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852, tuvo su puntapié inicial con el pronunciamiento del Gral. Justo José de Urquiza un año antes, el 1° de mayo de 1851. El gobernador de Entre Ríos, usando las atribuciones dadas por el Pacto Federal de 1831, reasumió el ejercicio de las facultades inherentes a la soberanía del pueblo entrerriano que habían sido delegadas en Juan Manuel de Rosas. En un principio, sólo la provincia de Corrientes compartirá esta iniciativa. Pero poco después Urquiza firmará una alianza con el poderoso Imperio del Brasil y el gobierno de Montevideo, formando así hacia fines de 1851, el “Ejército Grande Aliado de Sud América”.

Sus tropas controlarán la campaña oriental llegando a Montevideo, y lograrán que tanto la provincia de Buenos Aires, incluida la ciudad de San Nicolás, como la de Santa Fe se pronuncien contra Rosas.
Caseros representó el combate final: el triunfo del Ejército Grande fue rápido y contundente. En poco tiempo, tanto las tropas vencedoras como las derrotadas en desbande comenzaron a saquear las tiendas y casas pudientes porteñas. Inmediatamente Rosas redactó su renuncia, y se exilió en Inglaterra donde morirá en 1877.
La derrota del líder que había marcado la historia de la Confederación Argentina en las últimas dos décadas abría una nueva etapa y con ella la expectativa de la organización constitucional del país. Sin embargo, su caída no resolvía la forma que debía asumir la organización política ni mucho menos el orden económico y fiscal, cuestiones que traerán durante la década iniciada, nuevos e intensos procesos de unión y desunión.
Esta sala da cuenta del patrimonio vinculado a este hecho histórico que preservamos en las diferentes colecciones del Museo Nacional Casa del Acuerdo.

EXHIBICIÓN CERRADA


Dónde

De la Nación 143, San Nicolás